Para eso tiene que estar despierta la sensibilidad, y para esto ayuda mucho estar cada tanto un tiempo en la naturaleza solo, quieto y en silencio, sin ningún plan ni proyecto; sin pensar, sin palabras, observando la naturaleza. Esto puede parecer pura negatividad y prohibición, pero es necesario porque hace posible que uno, en vez de hacerle algo a la naturaleza, deje que la naturaleza le haga algo a uno; así se despierta la capacidad de entender sin palabras. Esta puede ser la forma más antigua, pura y simple de meditación. Leerlo no sirve; hay que hacerlo. Despertar la sensibilidad es descubrir el universo."
dice Ricardo Barbetti en Plantas autóctonas: imprescindibles para la naturaleza y para la humanidad.